TODO TIENE SU PESO

TODO TIENE SU PESO

La historia de las pesas y balanzas está estrechamente vinculada al comercio. Los egipcios la inventaron, por la necesidad de cuantificar los productos que vendían. Consistía en un simple palo suspendido por el centro y dos platillos colgando de sus extremos, donde colocaban la mercancía en un lado y por otro lado granos de semilla como unidades de peso. 

A pesar de parecer rudimentarias, tenían tal precisión que su posibilidad de error era del 1%. 

Los romanos mejoraron el diseño de la balanza a través del uso de un peso que se movía por una barra de hierro. 

En la edad media se desarrollaron balanzas muchos mas precisas, Leonardo da Vinci mejoró la balanza, introduciendo un indicador de peso.  Posiblemente fue la primera balanza automática de la historia.

Luego, ya entrada la modernidad, cada comercio o almacén contaba con sus propios instrumentos de peso. Durante los primeros años del siglo XX, comenzaron a desarrollarse pesas con diseño, colores y materiales originales, que las transformaron en importantes piezas de colección.

A cada pesa con su tema...