Antes, mucho antes de que existiesen los juguetes actuales, los niños se recreaban de maneras en que ahora es casi impensable. Jugaban con la literatura, jugaban a la historia y grandes personajes de la historia en pequeños teatros hechos en papel.
El Teatro de papel nace alrededor de XIX en Inglaterra creado por William West, el principal editor e impresor de la época, quien realizó la primera producción de estampas de teatro juvenil. La llamó “Juvenile Theatrical Print” y se convirtió en uno de los juguetes más exitosos en la historia de Inglaterra.
Consistía en una veintena de planchas recortables con los elementos indispensables para representar un espectáculo: una fachada (inspirada en teatros existentes), decorados y bastidores, personajes en distintas posiciones para permitirles evolucionar a lo largo de la representación y un guión de teatro. Su tamaño raramente sobrepasaba los 50 o 60 centímetros.