Durante los siglos XIX y XX los trenes y barcos fueron los principales medios de transporte que existieron, permitiendo a millones de personas trasladarse a miles de kilómetros pasando semanas e incluso meses viajando para llegar a destino.
El tren y el barco vivieron su época dorada durante los años 20 y 30 del siglo pasado. Para entonces, era la opción elegida por la aristocracia, que viajaba en ellos a todo lujo, convirtiéndose en un punto de reunión y vida social.
Tanto los barcos como los trenes pasaron a convertirse en una mini ciudad, siendo una verdadera residencia para su tripulación. Todo el mobiliario debía soportar el constante movimiento, el oleaje, las tormentas, por lo que debían ser pequeños, livianos, funcionales y versátiles para así cumplir más de una función debido al espacio reducido de estas mini polis andantes. Gran parte del mobiliario era de procedencia inglesa y francesa, debido a su elegancia, empleo de materiales y confecciones.
Nuestra manera de viajar ha cambiado, nuestro destino se ha convertido en la única meta del viaje y hemos olvidado que el trayecto hacia él es apasionante .
En La Anticuaria te invitamos a vivir este “trayecto olvidado” a través de su mobiliario y objetos que se utilizaban en estas largas travesías y que hoy le pueden dar un aire de “en tránsito” a tu casa.