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El primer modelo de pupitre escolar nace a mediados del siglo XIX y se caracterizaba por ser una banca corrida para dos personas con asientos abatibles, rejilla de madera para apoyar los pies y tablero inclinado con estante para guardar los libros, estuche y orificios para tinteros. Al ser un mobiliario de dimensiones fijas, no era adaptable al alumno, pero tenía una serie de características que colaboraba al niñ@ a mantener una postura sana, con el cuello erguido y la espalda recta.
A mediados del siglo XX, a consecuencia de un cambio de orientación pedagógica infundados por María Montessori, John Dewey, Adolphe Ferrière, estos pupitres tienen algunas modificaciones; son más simples, se separa la silla de la mesa y se eliminan todos los elementos innecesarios. Se comienzan a fabricar pupitres a la medida de los alumnos y con elementos metálicos, dotándolos así de más resistencia y funcionalidad.
Este diseño perduró en las aulas de los colegios desde mediados de los años veinte hasta la década de los setenta en donde el clásico pupitre fue reemplazado por mesas y sillas individuales (facilitando la movilidad para las diferentes actividades dentro de el aula) , mesas en plano horizontal, muy similares a lo que podemos ver en la actualidad. Aunque también existen a día de hoy las sillas con pala, que tienen unificado la silla con una mini mesita en un lado, pero este tipo de mobiliario se utiliza más para salas de conferencia que para aulas.
