El enlozado o esmalte vitrificado es una cubierta vítrea, similar al vidrio, fusionada sobre una base metálica. Este tratamiento no es pintura ni barniz , sino el recubrimiento ideal para los elementos que necesitamos conservar y evitar su oxidación . 

Los objetos esmaltados más antiguos  que se conocen fueron fabricados en la isla de Chipre, alrededor del siglo XIII a.C. en donde se descubrió la posibilidad de fusionar vidrio al metal, naciendo así el enlozado. 

Damos un gran salto en la historia y llegamos al siglo XX. Nos situamos en el  período de entreguerras (1918- 1939), en donde este tipo de loza se hace popular por ser un material netamente funcional para los obreros de las grandes industrias, logrando mantener la comida caliente entre otros beneficios, como la fácil limpieza de los utensilios, o la no alteración de la composición de los alimentos.

En Chile entre los años 60 y 80 fue un verdadero hit, y  existieron muchas fábricas que se dedicaban al enlozado, y que hoy ya no existen; como Cristalerías Chile, Fanaloza, Ferriloza, Loza Penco, Lota y Cóndor, por nombrar algunas.

Seguramente en las casas de nuestros abuelos había más de alguna pieza enlozada, como una tetera, algún lechero, una paila o especieros con sus clásicos motivos frutales, con flores o de colores pasteles. Sin embargo, hoy es difícil encontrarnos con estos utensilios ya que esta técnica se encuentra en vías de extinción y sólo son algunos locales que continúan con su venta como lo es @lateteraenlozados.