El término francés “Bombé” hace referencia a la forma curva del cristal. Este tipo de vidrios comenzó a utilizarse a principios del siglo XX, pero no fue hasta mediados de los años 60 donde se popularizó y no había casa que no tuviera un cuadro enmarcado en cristal bombé. 

El cristal bombé es básicamente cristal al que se le da forma mediante altas temperaturas. Esta es una práctica que ya no se hace en Chile y los pocos marcos con cristal bombé que circulan en Chile son una verdadera reliquia.

La curvatura del cristal bombé permite que la imagen que hay detrás de él tenga volumen, realzando ciertos aspectos. Normalmente en este tipo de enmarcados iban retratos fotográficos o retratos pintados a mano para darle cierto aire de profundidad. 

Sin embargo en la actualidad se presta también para exhibir artículos volumétricos como obras de arte, bordados, insectario o simplemente recuerdos de un momento en especial que quieras enmarcar. 

Los marcos que contienen el cristal curvo son, por lo general, sencillos, de madera y normalmente hexagonales, octagonales o ovalados de madera o enchapados.  Sin grandes pretensiones, aquí los aplausos  se los lleva el cristal.